domingo, 23 de diciembre de 2007

P-R+OXL:OGO

Por nombre me pusieron antonio porque mi padrino renunció a llamarme juan.
La razón era bien simple: como él se llamase Juan Francisco Segundo Martín de Rodrigo Moreno, tantos nombres y apellidos le habían atraído numerosos problemas.
Desde entonces la vida me ha resultado una curiosa resta con sumas inesperadas, divisiones insólitas, multiplicaciones extraordinarias y fracciones inusuales...como si, en realidad, yo fuese un polinomio, una geometría extrema y variable al ritmo de un graznido de un pájaro...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Arrojemos del día la luz. Hágase
la voluntad del rayo en la tormenta.
Que la noche descubra los gemidos
ocultos;
que la noche conjugue nuestros versos
prohibidos;
que la noche nos lanze hacia el ocaso
perdido.
Seamos la pasión inútil, la
tragedia absurda y mágica
de números y letras,
geometrías y
circunferencias.
Seamos
de nuevo la grotesca humanidad
en los labios de la desesperanza:
tú un hueco en el triángulo divino,
yo un cuadrado en las manos del futuro;
vosotros el espacio menor
de un rectángulo áureo...
(Y todos
el cero de la nada).
Apenas se levantan las mismas cosas
que ayer se levantaron
y una pregunta vieja renace:
¿Para cuándo el hombre,
para cuándo su paisaje?
Dios creó al mundo en plural,
el tiempo lo destruye en singular.

(Por eso..)

Hablemos de otros ríos
que del mundo y los hombres
todo lo hemos perdido.
Sí, hablemos de nosotros,
inatmosféricos, inacinéticos,
esquizofrénicos.
-¿A dónde
llevas la muerte,
a dónde
vas como sombra?
-Cabello, el hueso, espuma;
aquí la llevo, hermano,
en tu boca frente a mi sed.
-¡No, dámela!
-¡Rayo, tiempo, noche al galope!
-¡Sí, tómame¡
¿ En dónde
la tierra,
en dónde
sus hombres,
en dónde
nosotros?
¿Sobre el hombro del pájaro,
en el ala del ave,
a grupas de la pluma?
Pongámosnos a tiro
del alma
o en la costumbre fría
del hielo.
Pongámosnos a verde, a cenicientos,
amarillos; a todo color la
boca y el pecho,
la vida y la utopía,
tú y yo sonriendo.
-Huele a cenizas,
a polvo llueve...
Si este no es tu lugar
acaso
tampoco
sea tu tiempo.
-He descubierto
que la fatiga
arde en la hoguera
y que ahogarás
tu ser de cerca
casi imposible
en el silencio.
En ti no existen
números,
árboles, bosques,
triángulos,
escalas o pirámides.
Y los semáforos
del cielo
te impiden ser
gaviota plena.
-Entonces duerme.

(PRESENTACIÓN)

Y yo me nombro bajo tu sonrisa
-cruel, dureza y rigor-.
He mirado mi propia
mirada adversa
y he visto en mí
la trascripción barroca
y existencial
de un nihilismo suntuoso
que da comienzo
al silencio de Dios.
H2O y SO4H2
por cadena, por lengua y religión.
Y pude ser astilla,
luego asterisco.
¿Quién el mundo y la carne?
¿Quién los colores?
¿Y los números quién?
(El demonio era sabio
en ignorancias.
Vervigracia: no creo que cabalgase
la yegua, Pegaso
o Rocinante).

proPOSICIÓN.

I.
No,
no volveré atrás
(pie,
mano
o duda)
ni al envés de la vida
(¿por darle
un rodeo a la muerte?);
tampoco hacia adelante
(los valientes
guerreros del imperio esperpéntico)
ni a la vez del azar.
II.
Permaneceré quieto,
inmembre,
sobre el secreto
perdido de la eterna senectud;
pensándote
inalcanzable;
viviéndome
hacia un alarde
(los tiempos cambian para igual
a menos).
III.
Seré camino para quien camine...
(es que el futuro
siempre futuro
perfecto...
pero el pasado,
sïempre
pecado plus
¡cuán imperfecto¡)
camino ignoto,
lejano;
nube de nieve
y números
en vano.

(INCISO)

Hablaron por mis dedos infinitas,
calladas osamentas que no rompe
el tiempo. Desde todas las edades
grito que yo asfixié la sangre en vez
extraña, toda humana;
que yo parí
los silencios del hombre, miedo contra
las venas: ¿Imposible desatino?
El presente es mi pierna
ya extendida
y mi sangre perdió su vocación
numérica
y hendida.

capítu lo primero

En el principio
dios creó el cielo
con luz alada
y la tierra con barro
de plomo
creó.
El hombre,
después,
el cieno por el cielo
creó.
Dios todo lo
hizo con número
exacto, peso
equilibrado
y medida ajustada;
el hombre,
todo lo hizo de envidia
e ignorancia malsana.

lunes, 3 de diciembre de 2007

I.
(Quien habla en mí es un dios blasfemo;
ahora también, antes desde el fuego.
Y como número
seré figura o letra
salvo ante los más sabios...
que la verdad es poca,
los sabios, demasiados).
II.
Y sin embargo creen que la piedra
del filósofo amante de la ciencia
es un quimérico guijarro.
III.
¿Es que hubo alguna vez
alguna religión
que fuese verdadera
y no tuviera
como sustento
alguna piedra?

(PRIMERA ACLARACIÓN)

capítulo según do.

Amaneces..................................... y contrarios
y bostezas,..................................... y contra arios,
el instante..................................... contra ti,
curvilíneo...,,,,,,,,,,.........................contra luego,
Nada es imposible; .......................contra el hombre,
incluso, ni tú, ................................contratiempo.
si como ayer, luego, ......................Amaneces
después y silencio; ........................y bostezas,
ora todo música, ..........................el instante
reza la palabra............................. triangular.
y su género ..................................Tres los dioses,
el del hombre, ..............................siete sabios,
la armonía................................... siete puertas,
de contrarios;............................... siete soles,
los contrarios............................... siete días;
pitagóricos:.................................. tres los hombres
dios, el hombre;........................... y en tres rayas
los contrarios............................... el futuro;
del milesio: ..................................ayer, sólo
uno y diez; ...................................ayer, te lo juro.
los contrarios ...............................Cuando cruces
de Platón:.................................... esta puerta
Aristóteles; ..................................pasarás
los contrarios.............................. por la vez eterna.
Antes que todo el número
(el agua sueña en peces);
después, también el número
en todos
(el aire sueña en pájaros).
Desde el cuerpo del hombre
hasta la voz de Dios
el número es un árbol
como flor y medida.
(El hombre
sueña a hombros de gigantes
enanos).
Desde el gusano antiguo
a la estrella futura
el número es un árbol
como flor y medida.
En todos siempre el número:
uno, cinco, dïez, cincuenta, cien,
quinientos, mil.
(En siete días Dios
ensayó el cosmos;
con siete números;
Pitágoras
ordenó el mundo
de todos los números
más poderosos).
Aún así siempre
estuvo
suspenso
en matemáticas
de vida.
X
Los dioses
al par
tuvieron
el diez
por su
figura
cabal
y múltiple,
semilla
y artífice,
completa,
perfecta.
Dos triángulos
virtuales,
poéticos,
unidos
al punto
de encuentro.
En ti
vistieron
de carne,
de sangre,
maldad
y tiempo.
Y en tu
divino
y airoso
esbozo
al tiempo
le han puesto
calzado
y aún
sombreros.
V
Impar,
mitad
del hombre
y Dios
completo;
el cinco
navega
al tiempo
del viento.
Todo era
el triángulo
perfecto,
inmóvil,
redondo,
esférico
y eterno.
I
La nadacon pies gusano,
es parte y pelo. culebra,
hendidaLa nada serpiente,
del todono es nada; se arrastra.
Al cincono tiene En cada
cortadlevalor materia,
en susni crédito objeto,
dos trozosal ojo. substrato,
igualesLa nada principio,
y haréises uno, esencia,
de nuevo,comienzo, molécula
idénticaprincipio y el átomo,
y auténticamodelo las partes
la nada.abstracto y el todo:
Aquí,de todo Galaxia
ahorael triángulo del cielo,
allá,perfecto. columna
al alba¡Albricias! del hombre,
mañana,Doblándose la tierra
una “i”la nada y el sol,
sin límitese estira cinéticos.
L
Cincuenta,
coloquio
carnal
de dioses
resueltos
e impares
al par.
Tres dioses
abstractos
para una
familia
modélica,
ejemplo
de seres
contrarios,
análogos,
armónicos
y opuestos.
El padre
bondad
y el hijo
beldad
por el
espíritu
más sano
y cabal.
En todos Los tres, la línea
los credos tres triángulos que fue
y oficios divinos, esquema
miméticos, benévolos abstracto
armónicos, y bellos: del gran
canónicos el ojo misterio.
y bellos genérico, Desde antes
siempre hubo primero; que el clérigo
como uno el pájaro avaro
y solo pretérito, y ocioso
un trébol aéreo cubriese
bien hecho y el verso a Dios
de dioses dinámico con sus
numéricos, y austero. misterios.
idénticos, Si quieres Si alguna
iguales, mirar vez hubo
fractuales, a los secreto
análogos, tres dioses no vino
parejos, en uno de Dios
simétricos. contempla el velo.
Del cosmos pitagórico
llega al silencio;
como si el mundo fuera
la iteración
de un dios disfémico:
(los que están dentro
ríen porque llovizna un niño
o quizás porque nieva una paloma).
El átomo es posible
si como piedra, triángulo;
si como viento, número.
(Con arena de piedras
debes medir al hombre
y al tiempo;
que todos los
átomos son de arena
y la arena un destello
de tiempo).
Y en la figura
cincuenta
la trinidad numérica,
primera,
inquieta,
perfecta.
La muerte no es como ellos;
su número es el séptimo;
para la bestia queda el resto
y el último será el primero.
Quien tenga oídos
además tenga ciencia.
Jesús hablaba
al hombre con parábolas
y Dios al mundo
desde circunferencias
concéntricas.
Con tu cintura
mediré el ritmo
de nuestros versos;
con tu rodilla
la altura
del tiempo;
y contigo, contigo,
a solas,
mis seiscientos sesenta y seïs
no sé si números,
versos
o tiempos.
Allí están todos:
la montaña y la nieve,
la estepa en el rocío;
la alborada es el frío.
A veces se me incrustan en los dedos
y pienso que es dolor
lo que presiento.
Allí están todos:
del poeta suicida
al hombre contratiempo;
del silencio que llora
al reloj a destiempo.
No hay rumor más silencio que la vida,
no hay vida menos luego que la tuya.
Pero no basta el alma ni la tierra;
al convertirse en agua
el amor perdió la arcilla.
Si acaso fuéseis flores o guijarros
olvidaos del paso que daré
delante del abismo;
permaneced ahí,
vigilantes, atentos al futuro.
Otro hombre pasará por el camino
y Dios con otra cruz os cruzará al destino.

capítulo ter cero

Yo, por mí mismo,
sólo dos letras:
la una veraz,
la otra incierta.
Tú, un número,
una suma de peces ingrávidos
y una resta de pájaros alados
con el tiempo
sin recodos, tornillos
o vueltas.
Él, un espacio
y una fracción
inexacta del alma.
Nosotros:
ni tú ni yo
ni los labios a medias.
Y en vosotros siempre ellos
... y Dios como agujero negro.
Todo tuyo y ajeno al método,
la media noche negra en el sistema
o en mi camisa pálida y dinámica;
hasta la calle insólita
de mi esperanza abierta,
compleja,
desde cualquier hipótesis ilógica.
Todo tuyo sin códigos de barras
y estrellas
en una
constante universal
o en tu desequilibrio
teleológico.
Hágase en mí
tu voluntad fractual, casi invariante,
las manos iteradas,
los labios rojos,
asimétricos
al recobrarnos.
Todo tuyo,
la víspera
en espiral
del desarrollo
y los ojos, el sueño, el adeene.
Todo tuyo: la vida, el esqueleto
y el niño que predice las tendencias
del futuro con muestras del pasado.
Sí, seré todo tuyo, alba y crepúsculo, tierra a barro,
cristal a duda, ceniza
y, sobre todo,
humano.
Para nacer cualquier cigarro
es suficiente en mí;
para morir cualquier cerilla
se enciende en ti.
Era algo como el hombre,
hambre a ningún recuerdo
y siempre aurora larga.
Para vivir cualquier cuaderno
se escribe a rayas,
para soñar cualquier cristal
te asimetriza absorto.
Era todo si como sangre,
sangrando en plena tarde,
pero jamás
un número
humano.
Con tu piel de paloma,
con tu piel evidente...
Es posible la vida,
la muerte;
es posible la boca,
el hueso como niño,
el cono en retroceso,
el triángulo hendido;
es posible la nada,
la esfera, hermes, pitágoras,
tu piel.
¿Recuerdas el futuro
en que yo no existía
ni como pluma
ni como barro
ni como piel?.
Es la una de la vida
menos tú en mi
y no quiero dormir el rostro
en tu piel de paloma,
de evidente paloma.
El sol no tiene dedos,
la mujer, sin sandalias;
el agua tiene prisas,
la niña, sin tacones;
la tierra tiene fuego,
el hombre, sin estrépitos.
Y todo ello a la altura de la vida
que es la edad mustia
de la müerte...
tú, inmembre;
yo, recto y paralelo.
Nací
si nacer es
vivir al viento;
nací
si nacer es
perder el cosmos,
sus números
y el esqueleto;
nací
si nacer es
tener un nombre
silencio,
partida
de cementerio
y carne
de identidad
mañana putrefacta.

sábado, 1 de diciembre de 2007

capítulo cuarto

I.
Yo, que sufro de vértigos y miedos
a la cola del pan de las iglesias,
he bajado a la historia del pasado
por otra religión como escalera.
II
Nada es como creemos:
los pájaros azules no existían
ni existían los ángeles felices
y bellos.
III.
Para crear el mundo Dios apenas
tuvo tiempo
(para crear al hombre se copió al espejo).
IV.
Adán y Eva quisieron ser ociosos
como Yavé.
Pero el descanso siempre fue
monopolio de dioses:
V.
-Quisiera ser el triángulo -cada uno
pretende una quimera-








y deslizándome
sobre mi centro ser circunferencia:
VI.
Rodando sobre el diámetro pudiera
-querer es poder siempre que lo sepas-
hacer de mí una esfera:
VII.
Y, siendo esfera, acaso ¿ no querría
crear una espiral, moviéndome
como la Tierra?

(ÚLTIMA ACLARACIÓN)

Puse proa a la vida, por saber
mi nombre y aprender aquel oficio
que demostrara estar vivo y ser libre.
Entonces aprendí a sobremorir...
La vida, cuando es álamo y sonido,
jamás perteneció a quienes nacieron
un poco allá, mañana numeral